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Definiciones de conceptos filosófico-políticos sacados de diversas fuentes, entre ellas el Diccionario Filosófico Marxista de M. Rosental y P. Iudin.
Tabla de contenidos |
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1. A 2. B 3. C 4. D 5. Referencias |
A
- Abstracción científica: La abstracción científica es una operación mental que consiste en abstraer los caracteres no esenciales y secundarios, propios de uno u otro grupo de fenómenos, para destacar y sintetizar racionalmente sus peculiaridades sustanciales. Así, «palabras como "material" y "movimiento" son simplemente abreviaturas mediante las cuales resumimos, de acuerdo con sus propiedades comunes, los diversos casos sensorialmente percibidos» (Engels). La abstracción científica nos da una idea más completa y profunda de la realidad que las sensaciones inmediatas. Por ejemplo, cuando se observa directamente, los precios de las mercancias en el mercado capitalista parecen determinadas, en última instancia, por la oferta y la demanda, mientras están condicionadas en realidad por la cantidad de tiempo de trabajo socialmente necesario invertido en la producción de esas mercancías, o dicho en otras palabras, por el valor. La noción de valor, que Marx dedujo como resultado de la abstracción científica, refleja profunda y fielmente las relaciones sociales que realmente existen dentro del sistema de la producción de mercancías. «...en el análisis de las formas económicas no se puede hacer uso del microscopio ni del reactivo quiímico. Uno y otro deben ser sustituidos por la fuerza de la abstracción» (Marx).[1]
- Accidental: Lo accidental signfica: lo casual, lo transitorio, lo no esencial en los fenómenos. Empleado por primera vez por Aristóteles, el término «accidental» obtuvo posteriormente amplia difusión en la escolástica medioeval, que oponía lo accidental -principio mutable- a la sustancia -esencia inmutable- de las cosas. En la filosofía marxista no se emplea el término «accidental».[1]
- Adecuado: Adecuado quiere decir: apropiado, correspondiente, coincidente. Un conocimiento adecuado es el que reflexa exactamente los caracteres esenciales de un objeto o de un fenómeno.[1]
- Agnosticismo: El agnosticismo es una doctrina filosófica que afirma que la razón humana es limitada, que la verdadera naturaleza de las cosas es inasequible al conocimiento humano. Esta fue la concepción de Hume y de Kant, así como de muchos otros filósofos idealistas (Comte, Spencer, Mach y otros). Según la doctrina de los agnósticos, el mundo que vemos y con el que tratamos en nuestro conocimiento, no es una realidad objetiva, sino sólo el producto de la actividad de nuestros órganos de los sentidos y de nuestra razón. La experiencia y la práctica refutan el agnosticismo. La ciencia va conociendo cada día más profundamente y en más aspectos los fenómenos de la Naturaleza. No existen límites para nuestro conocimiento. No existen cosas incognoscibles. Sólo hay una diferencia entre lo que ya se conoce y lo que aún no es conocido.[1]
- Análisis y síntesis: 1) Análisis es la descomposición de un objeto o de un fenómeno en sus elementos integrantes simples. 2) Síntesis es la reunión de las partes integrantes de un objeto o de un fenómeno en un todo, el examen del objeto en su unidad. La metafísica opone el análisis y la síntesis como dos principios que se excluyen mutuamente. La dialéctica materialista, en cambio, señala su unidad. «...el pensar no consiste sólo en la aglutinación de elementos afines para formar una unidad, sino que también puede consistir y consiste en descomponer analíticamente los objetos de la conciencia en los elementos que los forman. Sin análisis no hay síntesis» (Engels). Por consiguiente, en el proceso del conocimiento es necesario aplicar tanto el método del análisis como el de la síntesis, que como momentos recíprocamente subordinados forman parte del método de la dialéctica materialista. Por ejemplo, al analizar la estructura del organismo humano, los sabios estudian detallada y minuciosamente cada órgano por separado. Pero, para la comprensión completa y profunda del valor, papel y función de cada órgano, no es suficiente el solo análisis anatómico. Es necesario tomar el organismo como un todo íntegro, como un ser vivo y actuante y estudiar sus partes integrantes en su unidad, en la síntesis.[1]
- Anarquismo o socialismo: Es el título general de una serie de artículos (en total 12) de J. V. Stalin publicados bajo el seudónimo de Ko..., en el período comprendido entre el 21 de junio de 1906 y el 6 de abril de 1907, en cuatro periódicos bolcheviques georgianos de Tiflis: Ajali tsjovreba (Nueva Vida), Ajali droeba (Nuevo Tiempo), Chveni tsjovreba (Nuestra Vida) y Dro (Tiempo). Estos trabajos fueron escritos por Stalin a raíz de la aparición de una serie de artículos de los anarquistas-kropotkinianos de la Transcaucasia atacando la concepción del mundo del partido marxista: el materialismo dialéctico. En sus artículos, Stalin desenmascaró y aplastó ideológicamente a los enemigos del socialismo, a los mencheviques y anarquistas; defendió y desarrolló la teoría marxista. Los anarquistas, encubriéndose bajo la bandera del colectivismo, se hacen pasar por socialistas. Stalin demuestra en sus artículos que los auténticos socialistas sólo son los marxistas, que reconocen la necesidad de implantar la dictadura del proletariado para poder construir un nuevo régimen social basado en la propiedad colectiva de los medios de producción. En cambio, los anarquistas, que niegan la necesidad de la dictadura del proletariado como todos los oportunistas, son los vehículos de transmisión de la influencia burguesa sobre el movimiento obrero. Sólo los marxistas son verdaderos revolucionarios. El anarquismo y el socialismo son dos doctrinas hostiles entre sí, que en el fondo se niegan mutuamente. El anarquimo sitúa en el primer plano la liberación del individuo, y su lema es: todo para el individuo. El marxismo plantea en cambio y en primer término la liberación de la clase obrera, la liberación de las masas y de los trabajadores y, a través de la liberación de las masas, la emancipación efectiva y completa del individuo. La concepción anarquista del mundo es una mezcla ecléctica de los conceptos filosóficos más heterogéneos. El marxismo, en cambio, es la única concepción científica armónica y consecuente del mundo, «un sistema filosófico del cual brota con toda la lógica el socialismo proletario de Marx. Este sistema filosófico se llama materialismo dialéctico» (Stalin). El marxismo niega como doctrina hostil, todo género y forma de metafísica, de idealismo y de materialismo vulgar. Stalin muestra que la ciencia del marxismo, su filosofía, se cimenta en el desarrollo de toda la historia, y cada nuevo progreso en el desarrollo de la ciencia confirma cada vez más la exactitud del marxismo. Al exponer los fundamentos de la teoría marxista, Stalin nos ofrece ante todo, un bosquejo general del desarrollo de la Naturaleza en consonancia con el estado contemporáneo de las ciencias naturales. Antes hubo una «naturaleza muerta», externa. No había seres vivos. Luego aparecieron los primeros. El primer ser vivo carecía de toda conciencia. Sólo poseía parciales y rudimentarios elementos sensitivos. A medida que avanzaba la evolución histórica y se complicaba la estructura de los animales y de su sistema nervioso, las sensaciones se convertirían en conciencia, y, con su aparición, nacía la posibilidad de conocer el mundo y la Naturaleza. El hombre va conociendo el mundo circundante mediante las percepciones. Antes de que pueda aparecer una idea sobre cualquier objeto determinado, éste debe existir en la Naturaleza y actuar sobre los órganos de los sentidos del hombre. Stalin señala que las partes integrantes de la filosofía marxista son: el método dialéctico, la teoría materialista y su aplicación a la vida social: el materialismo histórico, que es la teoría de las leyes que rigen el desarrollo de la Sociedad, teoría de las leyes de la lucha política. Al analizar el método dialéctico y su contenido, Stalin no se limita únicamente a dar una fórmula general, aunque profunda y expresiva, de las leyes dialécticas, sino que las ilustra con ejemplos vivos y claros tomados del terreno de la lucha de clases del proletariado, demostrando así el enorme valor que la dialéctica tiene para poder comprender los problemas básicos de la lucha por el socialilsmo. Todo lo que existe en el mundo se halla en movimiento, en perenne crecimiento y desarrollo ininerrumpidos. «No en vano dijo Marx: "el movimiento eterno, la eterna destrucción-creación: tal es la esencia de la vida"» (Stalin). Debido a que todo en el mundo se mueve, se desarrolla, nace, crece y muere, en la vida existe siempre lo nuevo y lo viejo, y la lucha entre ambos. El objetivo principal del método dialéctico consiste en examinarlo todo en movimiento y, sobre esta base, comprender hacia dónde y cómo marcha la vida, qué es lo que nace y qué es lo que muere, qué es lo que se está desatruyendo y qué es lo que se está creando. La comprensión de estas leyes que rigen el movimiento arma a los revolucionarios con la ciencia que enseña cómo hay que evender a los enemigos de la revolución. El movimiento de la vida social tiene dos formas fundamentales: la evolutiva y la revolucionaria. El movimiento es evolutivo cuando lso elementos progresistas sostienen espontáneamente la lucha y tratan de introducir pequeños cambios cuantitativos en las viejas normas. El movimiento es revolucionario cuando esos elementos progresistas sostienen la lucha por la transformación cualitativa, radical del viejo régimen, por reemplazarlo por un nuevo régimen social. Al analizar la filosofía del marxismo, Stalin señala que la teoría marxista es una teoría científica monista. Su carácter monista se revela en su concepción de la Naturaleza como un algo íntegro indivisible que se manifiesta en dos formas: material e ideal. El marxismo rechaza tanto el idealismo como el dualismo. El lado material de la Naturaleza, la existencia, es el contenido; y el pensa, la conciencia, es la forma. El contenido determina la forma, la antecede. De aquí la tesis fundamental de Marx: «No es la conciencia del hombre la que determina su existencia, sino por el contrario, su existencia social es la que determina su conciencia». La base material de la vida social, su contenido, según el marxismo es el desarrollo económico, el modo de producción. La evolución jurídica, político-religiosa y filosófica, es la forma ideológica del contenido, la superestructura. Al cambiar la base económica, se transforma también más o menos rápidamente, toda la superestructura. A exponer la doctrina económica de Marx, Stalin muestra más adelante la contradicción fundamental que existe en la sociedad capitalista: la contradicción entre el carácter social de la producción y la forma capitalista privada de la apropiación. La revolución proletaria es el único camino que conduce a la solución de esta contradicción. La revolución es inevitable, pero hay que organizarla: hay que organizar y aleccionar a las fuerzas de clase que la han de realizar. La clase obrera debe crear para ello el partido marxista internacional, la forma superior de organización de clase del proletariado, que dirija todas las organizaciones obreras, elabore la táctica de lucha, cohesione y oriente el trabajo por la senda revolucionaria: el derrocamiento del zarismo y de la burguesía, y la organización del socialismo. Tal es, brevemente expuesto, el contenido fundamental de los formidables trabajos filosóficos de Stalin, escritos en 1906-1907; trabajos que desempeñaron un enorme papel en la educación política de los obreros, en la lucha de los bolcheviques del Cáucaso contra todas las corrientes antileninistas. Estos artículos fueron una defensa de los fundamentos teóricos del partido marxista contra los ataques de los enemigos de la clase obrera.[1]